Puerta del Diablo. Tupiza, Bolivia.

23 may 2012

Máncora, Perú. Mayo/2012

Saliendo de Trujillo nos fuimos a Máncora, una playa al norte de Perú localizada en el departamento de Piura, muy cerca de la frontera con Ecuador. Sabíamos que era un lugar concurrido por su belleza, pero contábamos que, siendo temporada baja, no sería complicado conseguir un hospedaje accesible y podríamos disfrutar, tranquilxs, algunos días en aquel lugar. Teníamos ganas de conocer una linda playa del Pacífico, ya que las que visitamos en Ica, no fueron tan especiales, además de estar bastante sucias.

Así fue que tomamos el bus a la media noche en Trujillo con destino a Piura. El viaje fue tranquilo y antes de las 7 am ya estábamos por allí. Tomamos nuestro tiempo para averiguar el medio de transporte más económico, y una vez con esta información, partimos rumbo a Máncora, en un viaje que duró casi 4horas.

La primera impresión que tuvimos del pueblo fue la explicita desigualdad social. De un lado de la carretera que lo divide, y en las zonas más alejadas de la playa, casas muy humildes hechas de adobe con material a la vista. Asimismo, a medida que nos acercamos a la playa, se ve una cantidad grande de emprendimientos hoteleros y restaurantes de lujo. En realidad este escenario no tenía nada de novedoso, lo conocemos bien en toda América Latina. Nos quedamos imaginando la posibilidad de la comunidad organizada poniendo límites a la gran usura capitalista a través de la autogestión y la planificación para otro tipo de turismo, pero una de las primeras experiencias que tuvimos nos reveló que esta perspectiva estaba bastante lejos de ponerse en práctica. Dos hombres que trabajaban con moto-taxi diputaban y discutían para definir quien nos iba a llevar hasta la zona de alojamientos, traslado que costaría tan solo un sol peruano.

Máncora nos sorprendió por la belleza de sus atardeceres en principio de color amarillo maracuyá y luego anaranjados como la lúcuma. Nos quedamos maravillados apreciando la belleza y desenvoltura con que pelícanos y gaviotas volaban al ras de las olas o un poco más arriba de ellas, para luego dejarse caer de pico al agua para atrapar los pececitos desprevenidos. El vuelo sincronizado de estas aves y su increíble capacidad de sostenerse en el aire sin batir las alas, es algo fascinante.

Supimos después charlando con un personal de seguridad que hacia turno en las zonas más alejadas de la playa, que varias aves de esta región del Perú están muriéndose a raíz de la escasez de alimentos causada por la alteración de la temperatura de las aguas por el cambio climático. Semanas antes habíamos visto la noticia de la muerte de centenas de delfines sin que la principal causa haya podido definirse todavía. El gobierno la atribuye a un virus y las organizaciones ecologistas a las exploraciones petrolíferas realizadas en esa zona.

Fueron 3 días en Máncora en los cuales aprovechamos para conectarnos con la Pachamama, purificarnos y fortalecernos al tirarnos de lleno en los brazos de Yemanjá. ¡Viva el sincretismo y las fuerzas de la naturaleza!















Trujillo, Perú. Mayo/2012

Cuando le comentamos a Gaby, amigaza argentina que nuestro próximo destino después de Lima sería Trujillo, ella se acordó de un compañero suyo cuya familia vivía en esta ciudad. Rápidamente Gaby nos puso en contacto con su amigo Henry, quien muy amablemente ofreció que nos hospedáramos en la casa de su hermana Violeta.

Fue así que llegando a esta ciudad ubicada al norte de Lima, contactamos a su familia y nos dirigimos a su casa, que estaba un poco lejos del centro, en una urbanización llamada Libertad. Violeta y toda la familia de Henry fueron muy gentiles al recibirnos, haciéndonos sentir muy cómodxs en su hogar, y con el sentimiento de que nos conocíamos desde hace algún tiempo.

Estuvimos 5 días en Trujillo, tiempo en que, entre otras cosas, aprovechamos para conocer su bella y florida Plaza central o Plaza de Armas con su monumento a La Libertad y visitamos el museo de Arqueología e Historia de la Universidad Nacional de Trujillo, donde conocimos un poco más del desarrollo histórico-cultural de las etnias Moche y Chimú.

Compramos por 10 soles la tarifa del “Circuito Chimú”, que incluía las entradas al Complejo Arqueológico Chan Chan, Museo de Sitio, Huaca* La Esmeralda y Huaca Arco Iris.

*La palabra “huaca”, en idioma quechua, significa lugar sagrado o templo. Sin embargo, en la actualidad define a aquellos sitios arqueológicos donde se encuentran restos de tumbas preincaicas o incaicas.

El primer día fuimos al Museo de Sitio, en donde hay informaciones interesantes sobre la historia y las prácticas de la cultura Chimú (1100-1470 d.C.). Chan Chan, considerada la “Ciudad de Barro más grande el mundo” fue la capital de la etnia Chimú. Se ubica a 5km al noroeste de la ciudad de Trujillo, en el Valle de Moche y fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. A medida que unx baja del mini bus que te deja en la carretera a unos 500 metros del Palacio Nik-An, el único habilitado para ser visitado, va pudiendo imaginar la inmensidad de lo que fue Chan Chan en sus tiempos de esplendor a través de sus vestigios, ya que la mayor parte de las construcciones todavía están siendo exploradas por lxs arqueólogxs así como mucho ha sido destruido por los saqueos y el deterioro del tiempo. Chan Chan estuvo formada por 10 ciudadelas o conjuntos amurallados, con barrios residenciales, palacios, edificios de culto, además de plazoletas, habitaciones y pasadizos, destacándose las figuras en alto relieve como olas, aves y peces. Sentimos falta de que los paneles informativos fueron más completos.

Saliendo de Chan Chan fuimos almorzar y pasar la tarde en Huanchaco, un balneario que queda a unos 20 minutos más más al norte, legendaria playa de los pescadores Moche. El lugar, naturalmente muy bello, infelizmente estaba muy sucio, una realidad común a las playas que visitamos en nuestra corta estadía en el Perú. Como decía una mujer vendedora en Chincha, el mar no acepta la basura que la gente le tira y la devuelve. Tiene toda la razón.

Yo (Cata) me di el gusto de comerme un buen ceviche, este plato típico peruano preparado con pescado fresco, limón, cebolla morada, pimienta, ajo, ají –entre otros ingredientes- y acompañado por camote, yuca y maíz cancha, que hecho de manera artesanal, es un verdadero manjar de los dioses.

El día siguiente visitamos las Huacas del Arco Iris, también perteneciente a la cultura Chimú, cuya decoración está dedicada al Arco Iris como símbolo de la fertilidad y de las lluvias. Muy interesante y de gran dimensión es su muralla. Diferentemente de los dibujos que vimos en Chan Chan, los que se ven en esta Huaca tienen formas antropomorfas. También fuimos a la Huaca La Esmeralda, la cual nos pareció muy mal mantenida. Las construcciones no estaban protegidas y no había ni una placa informativa para orientarnos sobre su historia y significados.

Por otra parte, la visita al Museo de la cultura Moche y a la Huaca de la Luna nos encantó. Para llegar allí tomamos un bus de línea que iba en sentido a la Campiña de Moche y nos bajamos unos 20 minutos después. Al llegar al sitio arqueológico, primeramente visitamos el Museo –super interesante y bien dispuesto, contenía unas cerámicas increíbles, piedras y metales trabajados con muy buena información escrita.

La cultura moche se desarrolló entre el 100 a.C.y el 700 d.C. en el valle de Moche teniendo como capital al territorio que hoy se denomina Huacas del Sol y de la Luna, extendiéndose hacia los valles de la costa norte del Perú.

La huaca del Sol y de la Luna son dos grandes pirámides de adobe construidas una frente a la otra, separadas por lo que fue antiguamente el centro urbano de la cultura mochica. La Huaca del Sol funcionó como centro político-administrativo, habiendo sido considerado uno de los edificios más grandes de Suramérica en su época. (La Huaca del Sol no se encuentra abierta para ser visitada, ya que todavía se están llevando a cabo las excavaciones, las cuales se han visto demoradas por la falta de financiamiento).

La Huaca de la Luna, la cual se puede apreciar en las fotos que siguen, fue de orden ceremonial y se ubica en el pie de una colina rocosa en forma de pirámide -el Cerro Blanco, el dios mayor que veneraban y quien creían les proveía los elementos necesarios para su sobrevivencia-, está formada por plataformas superpuestas de acuerdo a las distintas etapas de la cultura Mochica. Dichas plataformas están decoradas por relieves multicolores. Una guía que nos llevó a recorrer dicho lugar nos explicó que lo moches creían que los desequilibrios y desastres naturales eran una escarmiento del dios Ai-Apaec, o el dios de la montaña, que reclamaba una recompensa a través del sacrificio humano. Así es que los guerreros de la cultura moche combatían entre sí y a los perdedores se les degollaba y luego se les tiraba desde lo alto hacia las piedras. La sangre del sacrificado era depositada en una copa y presentada al Curaca moche, quien ofrendaba esta sangre al dios de la montaña. En la Huaca de La Luna los sacerdotes y gobernantes celebraban las principales fechas del calendario ceremonial, el cual estaba estrechamente relacionado con los ciclos y fenómenos de la naturaleza como las estaciones, los solsticios y equinoccios, las lluvias, etc.

La estadía en Trujillo estuvo marcada por nuestro encuentro con estas interesantes culturas que no conocíamos, así como con una familia amorosa y hospitalaria que nos abrió la puerta de su casa con mucho cariño. A modo de agradecimiento compartimos una cena de despedida con tallarines, cervecita y torta de chocolate de postre. Todo esto con el pretexto de celebrar aquel momento tan especial y único. Al fin y al cabo, esa media noche partiríamos más al norte rumbo a Máncora.



Plaza de Armas

Monumento a la Libertad



Chan Chan










Huanchaco






Huaca Arco Iris









Huaca Esmeralda






Huaca de la Luna




Dios Ai-Apaec






Cerro Blanco


Casa de Violeta, hermana de Henry



El papá de Henry, Javi y Violeta

Izq: Lorena/Der: Aracely





Lima, Perú. Mayo/2012

Llegando a Lima, preguntamos a unxs pasajerxs que venían con nosotrxs en el bus cómo llegar a la Plaza de Armas o Plaza Mayor. Un hombre nos dio la indicación y ofreció para guiarnos. Fuimos caminando con él varias cuadras mientras nos comentaba que Lima e
n aquel horario (5 de la tarde) era tranquila, pero que a la noche había mucho robo ya que los chorros desde lejos avistaban a los gringos desavisados y pum, les llevaban dinero y objetos de valor. Como en toda ciudad grande, evitamos llegar a la noche, especialmente sin tener todavía hospedaje asegurado. Mientras caminábamos rumbo al centro, el muchacho nos fue mostrando las principales calles y avenidas, y también comentó sobre lo bueno que fue la construcción del Metropolitano, el sistema de transporte en bus que conecta, a través de una vía exclusiva de tránsito, la unión entre norte y sur de la ciudad. Según nos contaron después, la construcción del mismo se basó en la experiencia del Transmilenio de Bogotá. 

Una vez en la Plaza de Armas, fuimos en búsqueda de un lugar para alojarnos. Habíamos averiguado por las dudas un par de lugares y nos quedamos en el Hotel España, bastante raro e interesante, ubicado en un edificio antiguo llenos de réplicas de esculturas y cuadros famosos como la Mona Lisa. Teníamos todavía la expectativa que nos contestaran los mails algunas de las personas con las cuales nos había contactado Luna, la compañera colombiana que tanto nos ha ayudado en este viaje con el tema de los intercambios y el albergue. Por eso, nos pusimos muy contentxs cuando chequeamos nuestros mails y vimos que Diana Tika Puka podría recibirnos en su casa. Combinamos con ella de encontrarnos as día siguiente, dimos una vuelta por el centro y después de fuimos a descansar, agotadxs por el viaje.

El día siguiente era 1er de Mayo, por esto fuimos a dar una vuelta a la ciudad para ver si encontrábamos alguna manifestación por el día del trabajo. Antes habíamos tomado un taxi y dejado nuestro equipaje en lo de Diana.

Nos sorprendió no encontrar por el centro de la ciudad ninguna actividad que hiciera mención a la fecha. Sí nos deparamos con diversas bandas de sikuris que se presentaron frente a las escalinatas de la Catedral de Lima.

A la tarde combinamos de encontrarnos con Consuelo, cantautora peruana http://www.consuelo.pe y novia de Luna, con quien habíamos intercambiado un par de mails. Fue así que pasamos una bonita tarde entretejida de charlas con ella, una persona muy simpática y crítica que actualmente está divulgado su disco Vuela Mariposa, una obra autoral y un manifiesto de amor a la libertad, en donde la temática lésbica es tratada con pasión y poesía cuestionando la heteronormatividad dominante, los tabúes y la represión que rigen las sociedades y los cuerpos. Consuelo también participa de un proyecto muy interesante idealizado colectivamente por varixs cantautores peruanxs http://cantautoresperuanos.com que tiene como propósito difundir de manera independiente la obra de innumerables artistas que no encuentran espacio de visibilidad en los medios masivos de comunicación.

A la tardecita, Consuelo nos llevó a conocer Barranco, el famoso y bohemio distrito limeño que se rehusó a ceder la belleza de sus casonas históricas a la imponencia de los edificios modernos, manteniendo un clima de romanticismo en sus malecones, calles y plazas. Allí se puede apreciar un mural en homenaje a Chabuca Granda, compositora y cantante peruana que ha inmortalizado lugares famosos del barrio como el Puente de Los Suspiros a través de sus canciones, siendo adoptada como hija de este distrito. El atardecer desde el Mirador también fue fascinante. Para culminar la tarde, nos compramos un par de cervezas y unos dulces caseros en una típica panadería de barrio y fuimos a degustarlos en una plazoleta que, casualmente, rendía homenaje ni más ni menos que a Carlos Gardel. Volvimos en el Metro con Consuelo y nos despedimos con la promesa de volver a vernos antes de nuestra partida. 


A la noche de ese día conocimos a nuestra anfitriona Diana, una persona muy buena onda y comprometida con la comunicación para la transformación social. Además de dar clases sobre el tema, Diana milita en un colectivo denominado Acción Crítica http://accioncritica.lamula.pe, que busca luchar contra los diferentes tipos de dominación promoviendo el debate crítico en temas como la descolonización, género y diversidad sexual y luchas laborales, articulando con los movimientos sociales.

Durante los siete días que estuvimos en Lima transitamos por las calles de esta inmensa ciudad en donde viven unas 8 millones de personas. Visitamos diversos museos (como el de la Gastronomía, el de la Inquisición, el Museo Metropolitano de Lima, etc.) y disfrutamos de su rica culinaria… A través de charlas con distintas personas, pudimos observar cuan penetrante es la Iglesia Católica en la vida de lxs peruanxs, algo que no nos sorprendió por lo similar de esta realidad a lo largo y ancho del continente. Dio la feliz coincidencia de que justo se estaba realizando la Primera Bienal de Fotografía de Lima del 19 de marzo al 22 de julio, la cual cuenta con exposiciones, talleres, conferencias, entre otras actividades. Son más de 30 las salas en las que se realizan las actividades. Nosotrxs visitamos las muestras fotográficas expuestas en Casa Rimac. Algunas de ellas con un muy buen nivel técnico y con un contenido social y político fuerte.

En especial la organizada por el diario El Comercio llamada “Sujeto de derecho. Relato sobre la inclusión”. La misma reunía más de una docena de ensayos de fotoperiodistas que relataban historias de personas en situación de pobreza y exclusión, tanto en la ciudad como en las zonas rurales, que con luchan cotidianamente para salir adelante. También nos impactó mucho la Muestra “En nombre de los ausentes!”, que retrataba a través de fotos y testimonios de víctimas y familiares de personas asesinadas durante los años de conflicto armado interno causados por el terrorismo del Sendero Luminoso y la violencia por parte de agentes del Estado. Los textos fueron extraídos de las audiencias públicas que instauró la Comisión de la Verdad y Reconciliación entre 2002 y 2003.

A través de Diana, supimos de una convocatoria de la Asamblea de los Pueblos del Perú y del Tahuantinsuyu. Muy interesados en acercarnos a las acciones de resistencia en contra de la Megaminería en el Perú, el domingo 6 de mayo asistimos a dicho evento. Fue bien interesante la experiencia por ver una buena cantidad de personas de Lima y de las demás regiones del Perú expresando las distintas problemáticas que sufren y las resistencias de pueblos. Diversos representantes y delegados de comunidades del Norte, Centro y Sur del Perú eran unánimes en decir NO al Proyecto Minas Conga, emprendimiento que busca instalarse en la región de Cajamarca y que ha recibido un fuerte apoyo del presidente Ollanta Humala, quien ha dicho que Conga Va, desdiciendo su afirmación de campaña que el agua valía más que el oro. La declaración de dicha Asamblea reclamaba, entre otras cosas, que el poder ejecutivo y legislativo “declare el agua como un derecho humano fundamental, para nunca más tener minería en cabeceras de cuencas hidrográficas, glaciares y zonas de reserva ecológica natural”. Asimismo, que “se prohíba el cianuro y mercurio y la minería a tajo o cielo abierto”.

La Asamblea definió iniciar el 31 de mayo un Paro Nacional indefinido en apoyo al Paro Regional de Cajamarca. Principalmente, la Asamblea repetía en unísono que “Conga no Va!”, consigna que expresa el rechazo a este mega proyecto que quiere imponer a lxs peruanxs el presidente Ollanta Humala y sus apoyadorxs.

En este link, pueden encontrar la Declaración de Lima y otras informaciones muy importantes sobre las luchas de las comunidades peruanas afectadas por la minería: http://www.conacami.pe/2011/11/declaracion-de-lima-de-la-confederacion.html

Otra actividad de la cual participamos en Lima fue un festival realizado por Legaliza Perú www.legalizaperu.tk, perteneciente a la Marcha Mundial de la Marihuana, evento que se lleva acabo en cientos de ciudades alrededor del mundo de manera pacífica y que tiene como objetivo reclamar por un cambio de paradigma en la actual política de drogas, brindando información sobre los usos y beneficios de la planta de Cannabis Sativa.

Además, fuimos a ver en la sede de la Confederación General de Trabajadores Peruanos, una exposición en homenaje a Pedro Huillca, un importante líder sindicalista asesinado por el gobierno de Alberto Fujimori.

Fue también muy lindo el encuentro con Claudia, limeña y compañera de Cata de la Maestría. Con ella pasamos un bello atardecer en el distrito de Miraflores frente al mar disfrutando de ricos heladitos de frutas y tomando chicha morada, actualizándonos sobre la vida, los proyectos y lxs sueños…

Los días que pasamos en Lima fueron pocos pero muy intensos. Como toda gran ciudad, Lima nos mareo un poco con su tránsito desenfrenado, su consumismo compulsivo y su estrés cotidiano. Pero también nos permitió conocer un poco más de la historia remota y reciente del Perú, sus tensiones y contradicciones y algunas de sus luchas. Los intercambios con Consuelo y Diana acerca de estos temas fueron muy enriquecedores y sensibilizadores. Agradecemos enormemente la hospitalidad de ellas al recibirnos de brazos abiertos para la amistad.





Cae la tarde en Barranco

Aristarco! Gatito de Diana...

Primera Bienal de Fotografía de Lima en Casa Rímac


Muestra "Sujeto de derecho. Relato sobre la inclusión”



Muestra "En nombre de los ausentes"



Jóvenes participantes de la Marcha de la Marihuana

Festival de la Marcha Mundial de la Marihuana

Asamblea de los Pueblos del Perú y del Tahuantinsuyu