...Y nos despedimos con el gusto del sueño hecho realidad y las ganas de volver a reencontrarnos pronto...
Por los senderos del Abya Yala, fueron muchas y diversas las experiencias. Las miradas llenas de enseñanzas. Nuestro viaje fué soñado con el corazón y la esperanza que nos empuja día a día en la construcción de una sociedad libre de explotación y amargura. Con rumbo norte en este inmenso sur, atravesamos quebradas, ríos, temores e incertidumbres. Comprobamos que las fronteras sólo sirven para dividirnos. Como nos dijo cierta vez un hermano originario, "Las fronteras son las cicatrices de la conquista". En cada abrazo compañerx renovamos nuestras energías para seguir caminando. Fueron 5 meses. Volvimos con el hermoso compromiso de ser cada vez más solidarixs, y de seguir recorriendo esta inmensa América profunda, sufrida, rebelde y fecunda.
Por los senderos del Abya Yala, fueron muchas y diversas las experiencias. Las miradas llenas de enseñanzas. Nuestro viaje fué soñado con el corazón y la esperanza que nos empuja día a día en la construcción de una sociedad libre de explotación y amargura. Con rumbo norte en este inmenso sur, atravesamos quebradas, ríos, temores e incertidumbres. Comprobamos que las fronteras sólo sirven para dividirnos. Como nos dijo cierta vez un hermano originario, "Las fronteras son las cicatrices de la conquista". En cada abrazo compañerx renovamos nuestras energías para seguir caminando. Fueron 5 meses. Volvimos con el hermoso compromiso de ser cada vez más solidarixs, y de seguir recorriendo esta inmensa América profunda, sufrida, rebelde y fecunda.
Un abrazo grande, Cata y Javi