Paramos en el Camping Serafina, el dueño es un músico de antaño de la Quebrada, amigo de varixs músicxs jujeñxs y salteñxs, entre ellxs, El Bagualero Vázquez. Música a casi toda hora, buena onda de las personas. De día íbamos a la plaza y de noche a vender los imanes de artistas y pintores latinoamericanos por los bares y peñas.
Hicimos la típica caminata por El Camino de los Colorados hasta encontrarnos con el hermoso Cerro de los Siete Colores. Como dicen lxs purmamarqueñxs, tiene mucho más que siete colores.
Cerro de los siete colores |
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