Puerta del Diablo. Tupiza, Bolivia.

27 mar 2012

Amaicha del Valle, Tucumán. Febrero/2012

A una hora y media en micro desde Tafí, se encuentra Amaicha del Valle, un pueblo con aproximadamente 5 mil habitantes. Allí la Pacha luce sus infinitos colores y formas, las montañas son algo más que deslumbrantes a medida que vamos subiendo por los Valles Calchaquíes, y el clima se va haciendo menos húmedo y más árido.

Entre las varias opciones de camping que nos ofrecieron ni bien bajamos del micro, terminamos optando por quedarnos en uno que quedaba más alejado del centro del pueblo. Lucas y Marianela, una pareja muy copada y de valores muy bonitos, ambos del interior de la provincia de Santa Fe, hicieron la misma elección. En esta sinergia nos conocimos y seguiríamos cruzándonos en recorridos y complicidades hasta la ciudad de Humahuaca. Otra bella sorpresa fue el encuentro con Fede y Victoria, una pareja muy buena onda de Capital Federal que también nos acompañaría en este y otros caminos del viaje.

Las experiencias vividas en Amaicha fueron completamente diferentes de las de Tafí. Desde que llegamos, entramos en contacto con la Asamblea Amaicha de Pie, que estaba realizando un bloqueo selectivo para protestar contra de la minera Bajo la Alumbrera localizada en la provincia vecina de Catamarca. El corte se realizaba a 200 metros del camping donde estábamos, de modo que se tornó un lugar en que íbamos con frecuencia. La preocupación por los efectos nefastos de la mega minería contaminante es algo que nos ha interesado mucho en los últimos años. Por ello, hemos acompañado las discusiones y apoyado, siempre que pudimos, las resistencias populares que han protagonizado las distintas comunidades a lo largo y ancho de la Argentina en contra de estos megaproyectos. Hemos asistido con indignación a las manifestaciones del gobierno de Cristina Kirchner favorables a la mega minería a cielo abierto, y sus acciones para favorecer la continuidad de estos emprendimientos de la muerte iniciados en los años 90 por el menemismo.

En Amaicha, participamos en la medida que pudimos de las reuniones de la Asamblea y de las discusiones en torno al involucramiento del propio pueblo en el bloqueo. Cabe decir que dicha acción estaba siendo sostenida por una mayoría de no residentes, lo que disparó una compleja y no resuelta discusión respecto de la legitimidad de la medida, la cual no había sido impulsada por lxs nativxs del lugar.

A las tres y media de la mañana del 10 de febrero, la policía, sin orden de desalojo, invadió el acampe, golpeando a las personas y destrozando sus pertenencias, pese a que la manifestación era pacífica y que las personas estaban de acuerdo con retirarse del lugar. Por suerte, nadie quedó heridx y todxs pudieron refugiarse en la casa de una vecina que desde el principio estaba apoyando y participando del bloqueo. Una situación muy triste y cruel, además de ilegal.

Con relación a la problemática de la mega minería, el clima sigue cada vez más tenso y las comunidades de distintas partes del país siguen movilizándose para visibilizar la violencia gratuita e intimidatoria a mando de lxs empresarixs y de lxs políticxs de turno. Estos hechos guardan relación con la ley antiterrorista (iniciativa del ejecutivo nacional aprobada recientemente por el Congreso), la cual favorece la criminalización y judicialización de las protestas populares.

No realizamos fotos durante el tiempo que acompañamos el bloqueo por una cuestión de preservar la identidad de lxs compañerxs, y también porque nuestra participación en el mismo duró apenas algunos días.

En Amaicha, también vivenciamos una ceremonia ligada al Carnaval llamada Jueves de Compadres. Este día, los hombres salen a ofrendar a la Pachamama con bebidas y alimentos, agradeciéndole por estos y por la salud. En esta ocasión, por ausencia de los varones, fueron las Comadres quienes se hicieron cargo de la Ceremonia, compartiendo con todxs lxs presentes, palabras muy profundas sobre la Pachamama y coplas tradicionales. Luego de la ceremonia, que terminó bajo una intensa lluvia, fuimos invitados a seguir celebrando en el patio de la casa de la familia Mamondes, que nos recibió con comidas típicas, música y mucho vino.

A los días, fuimos a conocer la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, unas ruinas de piedra escondidas bajo la tierra, donde vivieron por lo menos 6 mil personas entre el año 800 d.C. y el periodo de la dominación española.









Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes

En la provincia de Tucumán, la Comunidad India Quilmes (CIQ) está organizada actualmente a través de un gobierno constituido por el Cacique o Curaca y el Consejo de Delegados. La misma se conforma por catorce pueblos: El Paso, Los Chañares, El Carmen, Quilmes Bajo, Quilmes Centro, Rincón de Quilmes, Las Cañas, El Bañado, Anjuana, Talapaso, El Pichao, Colalao del Valle, El Arbolar y Anchillos.

Para la CIQ, el territorio se remonta miles de años antes de la conquista española. Este lugar tradicionalmente ocupado y habitado comunitariamente, abarca todos los elementos y la espiritualidad de la Pachamama, los cuales permiten su existencia. De acuerdo con sus integrantes “la historia oficial nos enseña que no quedaron pueblos indígenas en nuestros valles y que los Quilmes fueron todos llevados a Buenos Aires donde desaparecieron.”

La Ciudad fue centro de desarrollo social y cultural de este pueblo en áreas como el arte, la medicina, la alimentación, la astrología, la arquitectura, la cosmovisión y la espiritualidad. En ella se encontraban los Centros Ceremoniales en donde Titaquines, Sabios y Maestros realizaban los rituales propios de la cultura, como así también los restos de los indígenas que murieron defendiendo su territorio. Es por ello que adquiere el carácter de “Ciudad Sagrada” siendo un símbolo de la resistencia de la Nación Diaguita a la invasión colonial.

En el año 1977 el estado provincial de Tucumán expropió a terceros, 206 hectáreas de tierras tradicionales del Pueblo Quilmes, llevando a cabo la reconstrucción del lugar. En 1992 el entonces gobernador Ramón Ortega, otorgó la concesión del mismo al empresario Héctor Eduardo Cruz por un período de diez años, tiempo en el cual fue construido un hotel sin la consulta, participación y consentimiento de la CIQ, así como tampoco estudios de impacto y relevamiento, produciendo un daño irreparable. Por tal motivo, la CIQ realizó una presentación judicial para evitar la prórroga de la concesión que vencía en el año 2002. A pesar de ello, Cruz siguió explotando el lugar hasta que la justicia resolvió desalojarlo cinco años más tarde, fruto de la lucha de la comunidad constituía como Asamblea Permanente, y cortando el acceso a La Ciudad Sagrada. Desde enero de 2008, la CIQ, reconociéndose como heredera legítima, ha tomado posesión de La Ciudad Sagrada ante el incumplimiento de restitución por parte del Gobierno Provincial. Es la CIQ quien se encarga de mostrarles La Ciudad Sagrada a los visitantes, e informarles sobre su historia ancestral, a la espera de que el Gobierno Provincial le restituya definitivamente este lugar que por herencia ancestral le pertenece al Pueblo Quilmes.

Fuente: Comunidad India Quilmes. Boletín informativo Nuestro Territorio Ciudad Sagrada de Quilmes.










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